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domingo, 9 de junio de 2013

XII Jornadas de la Sociedad de Amigos de la Cultura de Vélez-Málaga: MUSEOS del 6-7 de junio de 2013.




En el salón de actos del Centro de Estudios del Exilio María Zambrano de Vélez-Málaga tuvo lugar la conferencia, como invitado de la Sociedad de Amigos de la Cultura de Vélez-Málaga (SAC), con motivo de las XII Jornadas: “Foros de Opinión”, dedicadas en esta ocasión a los Museos.
La elección del contenido de la conferencia se debe al intenso debate que hoy se vive en la comarca de la Axarquía malagueña en torno a la inauguración el presente año del Centro de Arte Contemporáneo de Vélez-Málaga (CACVM), un proyecto que se ha venido desarrollando por varios equipos de gobierno municipal de distinto signo político, pero con la acostumbrada opacidad con la que las administraciones públicas desarrollan estos proyectos culturales hasta su puesta de largo en la presentación en prensa e inauguración.
La SAC de Veléz-Málaga muestra especial interés por conocer las principales líneas generales que se encuentran contenidas en su Proyecto Museológico, cuya redacción es obra de la museóloga Eva Carreño Robles, con el asesoramiento del museólogo Emilio Caro y el catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia, Francisco Jarauta.  El edificio que albergará el futuro Museo ha sido rehabilitado y adaptado museográficamente por Juan Miguel Hernández-León.
El presente proyecto ha tenido dos ponentes en la Comisión Andaluza de Museos para su inclusión como “Museo” en el Registro Andaluz de Museos y Colecciones Museográficas de la Junta de Andalucía, uno de ellos el presente conferenciante, que no podía desvelar ningún dato que estuviese sujeto a la discrecionalidad lógica y razonable en estos casos. Por ello, creo conveniente plantear la ponencia desde un plano general: qué pueden esperar los residentes en la comarca de una institución museística de esta tipología museológica. Por los numerosos proyectos que se están desarrollando en la provincia, me pareció fundamental dividir la ponencia en dos bloques: el primero destinado a la definición de la institución, desbrozando de entre los ejemplos provinciales qué son museos y cuáles de ellos no pueden ser considerados como tales a tenor de su definición museológica, incidiendo especialmente en el marco normativo del que las administraciones públicas estatal y autonómica se han dotado para garantizarnos la idoneidad y excelencia de estos proyectos, de los que entre otros elementos es garante el dictamen de la Comisión Andaluza de Museos; y un segundo bloque donde definiéramos el modelo “Centro de Arte Contemporáneo”.
En este sentido, el mensaje de la conferencia pretendió ser didáctico para los asistentes pues, según el desarrollo histórico de estas instituciones en el siglo XIX el nacimiento de los Museos de Arte Moderno se debió al deseo de mostrar aquellas obras seleccionadas de entre la producción contemporánea, y no únicamente las obras del pasado, que se convirtió en una de las misiones esenciales de la administración de Bellas Artes: una activa política de incremento de colecciones contemporáneas para preservarlas en el futuro. En este sentido, la administración pública no mantuvo una actitud objetiva en su aplicación, sino que sancionó con sus adquisiciones el arte académico que promocionó y aquellos contenidos que sustentasen la justificación de su gobierno: el isabelino, el republicanismo tras la Revolución de 1868 y la Restauración de la monarquía en la figura de Alfonso XII y durante la Regencia de María Cristina.
La radical transformación del modelo se debió a los nuevos planteamientos que para esta tipología de Museos impuso en 1937 la creación del Museo de Arte Moderno neoyorquino. En el camino del Movimiento del Arte Moderno en arquitectura, el edificio del Museo ya no quiso recuperar modelos palatinos o templarios para sus sedes, sino reflejar el estilo de su tiempo, así como desvincular a la institución del rígido dirigismo anterior, aceptando su papel de estudio y difusión del arte contemporáneo favoreciendo la creación artística. Es decir, no tuvo como fin la adquisición de fondos museísticos, sino su simple presentación pública. De aquí a la formulación del Centro de Arte Contemporáneo sólo se necesitó dar un ligero paso.
Siguiendo los estudios de J.M. Oliveras y J. Montaner, hoy convivirían dos modelos de museos de arte contemporáneo: el modelo “moderno” en la línea del Centro Pompidou parisino, planteando un museo abierto y flexible, en la idea de desacralización de la obra de arte, y donde se favorece la producción y el consumo cultural más actual; y un modelo, el más directo heredero del Museo de Arte Moderno, que mantiene una imagen más tradicional, manteniendo las estructuras habituales de unidades expositivas en sala y galerías donde se potencia la exhibición ordenada y sacralizada de las piezas, manteniendo el aura de “pieza de museo” de aquello que se expone.
En el CACVM podemos enfrentar cualquiera de esos modelos, presentando algunos de los ejemplos de la provincia que han optado por uno u otro: el CAC Málaga en el primer caso; y los numerosos ejemplos del segundo, como el Museo Picasso Málaga, el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, el Museo Peinado de Ronda o el Museo Revello de Toro en Málaga.
En cualquier caso, el CACVM será lo que su público objetivo reclame que sea, a pesar de la final elección de un modelo por sus gestores públicos, pero creo importante que sea capaz de vertebrar un conjunto de instituciones expositivas comarcales, públicas y privadas, para la coordinada obtención de resultados culturales a favor de la personal escuela artística de la Axarquía y su público conocimiento; y una optimización de los recursos económicos, tan necesaria en estos momentos.

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