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lunes, 1 de diciembre de 2014

Rectificación del Consistorio: aumento del 40% a todo el personal de la Fundación Picasso implicado en los proyectos Pompidou y Museos Estatales Rusos


Hubiese sido una buena noticia tras el Pleno de carácter extraordinario celebrado este lunes primero de diciembre, tan próximo a las fiestas navideñas que los altos arcos ojivales de nuestra calle Larios están intentando remontar a los cielos, ya que a ras de suelo continua siendo una festividad de amplios sectores sociales empobrecidos. Buena nueva de que el Ayuntamiento malacitano habría recobrado la mesura y, que en vez de armar el Belén, habría decidido montar un modesto pesebre de solidaridad y buenas acciones. Me temo que haya sido otra oportunidad perdida en el camino de la recuperación de esa confianza que tanto demandan los políticos hacia sus personas, más allá de intentar con palabras hacernos olvidar a todos aquellos personajes que dinamitan diariamente nuestras conciencias con gastos públicos exorbitantes, justificados en una legalidad indecente, y con sucios negocios al amparo de la financiación de lo común para sus bolsillos suizos.

Ejemplo del “pelotazo” cultural que en estos días constituye una de mis preocupaciones profesionales es el caso de la vienesa Helga Schmidt, una mujer encumbrada de entre el equipo de colaboradores de Herbert von Karajan, quien en 2000 quedó impresionada por el valenciano Palacio de las Artes Reina Sofía. Su trayectoria profesional la avaló para ser nombrada Directora artística de la infraestructura teatral, y Francisco Camps, quien debió adivinar en ella maneras, la ascendió a intendente del Palau de les Arts, con lo que se le dotó de un blindaje especial para la gestión de esta infraestructura cultural pública, que ya venía suficientemente enturbiada por la elección de otro de los personajes más ejemplares de este “pelotazo” cultural: el arquitecto Santiago Calatrava. Cartas de presentación del nuevo Palau de les Arts: arquitecto, gestión política autonómica e intendencia interna versus Calatrava, Pons y Schmidt.   


La salida de Camps y la entrada de Alberto Fabra no ha augurado buenos tiempos para la austríaca, pues la Sindicatura de Cuentas valenciana arrojó un demoledor informe sobre sus pérdidas millonarias, para cuya viabilidad financiera fue necesaria una reducción de su plantilla y una drástica bajada salarial de sus trabajadores. En la cara amarga del caso se sitúan los gastos de la Sra. Schmidt entre los años 2005 y 2013, lo que no supuso su inmediata destitución, como hubiese sido ejemplarizante.

En 2012, el gobierno autonómico decidió reducir en un 60% el sueldo de la intendente para igualarlo a las retribuciones que se fijaban para todos los directivos del Sector Público Empresarial y Fundacional adscritos al gobierno autonómico, quedándose en la nada despreciable cantidad de 68.000€ –¿les recuerda algo la cifra a la de partida del gerente de la Fundación Picasso de los presupuestos vencidos del año 2014?–, aunque el gobierno valenciano continuó retribuyéndole con otros 24.000€ más para alojamiento en un hotel de cuatro estrellas, pues no posee residencia en Valencia.

© El País, 2013.

Estas cifras se enmarcan en la anualidad en que los españoles sufrimos el más cruel azote de la crisis, ya que hasta ese momento el suelto de la Sra. Schmidt alcanzaba los 90.000€ –¿sigue sonándoles de algo la historia del gerente de la Fundación Picasso para el año próximo?–, se le mantuvo un coche oficial y chófer con un gasto de 6.000€ mensuales y se le pagaron viajes de avión en primera clase tanto a su casa en el italiano Piamonte, como a hoteles de lujo por todo el mundo, con gastos diarios de suite de entre los 1.000 y 1.400€ diarios. Entre 2003 y 2011 se ha cifrado en 391.261,00€ los gastos de dietas y viajes de la flamante gestora, que, como pincelada entrañable del buen carácter de la intendente, ha sido acusada en numerosas ocasiones de acoso laboral y trato vejatorio a sus trabajadores, saldados con acuerdos extrajudiciales que han reportado importantes gastos a la Conselleria de Cultura valenciana en concepto de indemnizaciones. Los gastos “legales” fiscalizados por la Sindicatura de Cuentas tenían la peculiaridad de que la autorización lo fiscalizaba y avalaba la misma intendente que los disfrutaba. Conclusión, un modelo de éxito en la Comunidad Valenciana que el Sr. Fabra intenta corregir mediante hechos de transparencia y austeridad y el Sr. De la Torre implantar, para todo lo contrario.

Los buenos directores afirman que su especial virtud es la correcta coordinación de un equipo humano, cuyos resultados son garantes de excelencia. Por ello, si a los altos cargos en el sector público empresarial y fundacional se les retribuye con tan altos salarios por su nivel de responsabilidad, capacidad de gestión y dedicación, por la misma regla de tres deberíamos aumentar aquellos que disfrutan los equipos bajo su coordinación. Estoy casi seguro de que en la mentalidad de los gestores políticos municipales estará la idea de aplicar la misma medida de aumento salarial al personal de la Fundación Picasso – Museo Casa-Natal, al comprender que la asunción de nuevas gestiones en torno a los museos George Pompidou y Estatales Rusos no puede sustentarse sobre recortes salariales y, aún menos, sobre la percepción de que su gestor disfrute entre el equipo y otros altos cargos culturales municipales de un “blindaje salarial” en la línea de la situación disfrutada por Dª Helga Scmidt, cuyo ejemplo de “pelotazo” cultural no está tan lejano.


 Les recomiendo una entrevista al nuevo director de la Fundación en 2011, en la que Javier López preguntó al recién incorporado a las filas municipales: Hablando de economía, en la Casa Natal se va a enfrentar a una situación presupuestaria muy ajustada. ¿Le preocupa? La respuesta fue que, desconociendo en profundidad la situación presupuestaria, no le asustaba ya que la cultura nunca había sido un mundo sobrado de dinero, apostando por la imaginación y apoyándose en una marca potente como la que entonces disfrutó la Fundación Picasso. A dos años vista, su apuesta por la imaginación ha sido de fábula, pues ni en sus mejores sueños pudo imaginarse el escenario donde la cultura no sólo estaría sobrada de dinero para nuevos proyectos municipales bajo sus pies, sino que personalmente alcanzaría la retribución que hoy aprueban nuestros mejores y más numerosos representantes públicos en el Ayuntamiento malagueño. Mañana volverán a colocarse los mandiles sociales para repartir bolsas de caridad entre los malagueños, bajo los altos arcos ojivales que proyectan nuestras plegarias. 

Bibliografía:
ÁLVAREZ, F., “El Consell rebaja un 60% el salario de Helga Schmidt, intendente del Palau de les Arts”, El Mundo, 13 de abril de 2012, edición digital httpp://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/13/valencia/1334315906.html (consultada el 1 de diciembre de 2014).
LÓPEZ, Javier, “José María Luna: “Debemos trabajar con imaginación y apoyarnos en la Casa Natal como marca”, Sur, Málaga 28 de mayo de 2011, edición digital httpp://www.diariosur.es/v/20110528/cultura/jose-maria-luna-director-20110528.html (consultado 1 de diciembre de 2014).
S.F., “Trabajo expediente a Les Arts al no actuar ante el “trato vejatorio” de Helga Schmidt”, El País de la Comunidad Valenciana, 14 de mayo de 2013, edición digital httpp://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/13/valencia (consultada 1 de diciembre de 2014).