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viernes, 4 de julio de 2014

Arte y culturas de Al-Andalus. El poder de la Alhambra.

© Del autor, 2013.

Arte y Culturas de Al-Andalus. El poder de la Alhambra. Palacio de Carlos V (Granada), diciembre de 2013 a marzo de 2014. 

Se conmemora el primer milenio de la fundación del Reino de Granada, para lo que se ha creado un Consorcio entre numerosas instituciones públicas andaluzas, bajo el amparo del Gobierno de España y la Junta de Andalucía, destinado a la organización de distintos actos culturales para su valoración histórico-artística y su recuerdo patrimonial. En ese sentido, la magna exposición celebrada en La Alhambra ha sido el mejor homenaje al centro neurálgico del reino: bastión amurallado del corazón del reino; excelsa residencia palatina de su cabeza política y punto de encuentro de las principales corrientes filosóficas, científicas, literarias y artísticas del final de la civilización hispano-musulmana peninsular.

© Del autor, 2013. 
En una privilegiada visita al monumento, el 19 de junio de 2013, ante mis ojos se fueron desvelando las intervenciones que han rejuvenecido al monumento, garantizando en muchos casos la permanencia de sus principales valores patrimoniales para disfrute de numerosas generaciones futuras. La restauración de la fuente de los leones es quizá la más llamativa de las enfrentadas por su Patronato, al ser uno de los iconos más reconocibles y reconocidos del complejo palatino de La Alhambra.

La Alhambra nos fue descubriendo sus arcanos de la mano de Mª del Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, quien reúne el preciso conocimiento del inmueble con la pasión por su tutela, conservación y difusión pública. De su mano, redescubrimos los espacios más íntimos de las residencias alhambreñas. Mi profesión posee estos privilegios inherentes a la conservación, estudio y difusión de los bienes culturales. Uno de esos privilegios profesionales ha sido determinar el grado de deterioro sufrido por alguna pieza artística y asistir a su restauración, para poder ofrecer al público su lectura y apreciación renovada y garantizar su legación a futuras generaciones.  

De entre los tesoros descubiertos de la mano de Mª del Mar Villafranca me impactó especialmente la restauración del mirador de Daraxa o de Lindaraja, un espacio mágico sobre el frescor del patio del mismo nombre. La cubierta de este recoleto espacio femenino se cubre con una celosía geométrica con estructura de madera y huecos cerrados con vidrios de distintos colores, desde donde se proyectan sobre las amplias losas marmóreas del suelo y las yeserías que recubren sus paredes mil reflejos multicolores, a imitación de un inmenso caleidoscopio. Cotejando mis fotografías de la misma pieza en una visita al monumento en 1998 con las últimas realizadas tras su intervención, se puede apreciar que el estado de deterioro había llegado a desvirtuar la belleza del pequeño mirador, donde la combinación de distintas experiencias sensoriales se habían atenuado por la pérdida de la cubierta de cristal multicolor.

© Del Autor, 1998.
© Del autor, 1998.
© Del autor, 2013. 
Hoy podemos de nuevo disfrutar con todos nuestros sentidos del aroma y frescor que asciende desde los jardines del patio de Lindaraja, el rumor sereno de las fuentes cercanas, la visualización de las magníficas yeserías, que convierten en un joyel perfecto el espacio descrito, y los reflejos multicolores que se proyectan desde la recuperada bóveda acristalada que la cubre.  

Bibliografía recomendada:

GRABAR, Oleg, La Alhambra. Iconografía, formas y valores, Madrid, Alianza Editorial, 1988.
POZUELO CALERO, Carmen (Coord.). Arte y Cultura de Al-Andalus. El poder de la Alhambra. Madrid, Consorcio para la conmemoración del primer milenio de la Fundación Reino de Granada, Fundación Pública Andaluza El Legado Andalusí, Patronato de la Alhambra y Generalife, 2013.