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sábado, 16 de septiembre de 2017

El pintor norteamericano Wells Moses Sawyer (1863-1960) y el Museo de Málaga.

El Alcázar de Segovia. Wells Moses Sawyer. Óleo sobre lienzo, 51,00 x 61,00 cm.



Entre los fondos de pintura del Museo de Málaga existe una panorámica del Alcázar de Segovia que ha merecido nuestra atención, tanto por la pintoresca vista del histórico edificio recortándose mayestático sobre el celaje brumoso castellano-leonés, como por algún personaje que transita por su primer término, causando extrañeza las únicas pinceladas rojas en la indumentaria de quien camina con paso firme hacia el espectador: tocado de amplia chapela roja, camisa y pantalón azul marino con gran hebilla dorada de cinturón en su centro, botas de caña alta y amplio abrigo del que deja ver la agitación del viento su forro granate. La firma en su ángulo inferior derecho aumenta la curiosidad sobre la obra, ‘Wells M Sawyer’, y grafiteado sobre su bastidor: ‘The alcazar overlooking the plains of Castells / Wells Sawyer’. Algunas pesquisas iniciales no hacen más que excitar aún más la curiosidad, el personaje parece ser un miembro de la Falange Española de uniforme en paseo por los jardines del Alcázar y la elección del motivo de representación responde a la mirada romántica de un edificio legendario para un norteamericano.



La monumentalidad del Alcázar llamó la atención de Wells Moses Sawyer, oriundo de una granja de la América profunda en Iowa, donde nació en el año 1863. El joven pintor tuvo la posibilidad de cursar estudios de derecho en Chicago, que compatibilizó con estudios artísticos en el Chicago Art Institute y bajo la tutela de los pintores John O. Anderson y Howard Helmick, lo que le permitió trabajar como ilustrador para la prensa escrita de la ciudad en sus dos principales rotativos: el Chicago Daily News y el Chicago Tribune. Su pericia como ilustrador le valió de carta de presentación para ingresar en la sección de ilustradores de la States Geological Survey and Bureau American Ethnology, para lo que se trasladó a Whasington D.C. y le permitió continuar su formación artística en la Washington Art Students League entre los años 1893 y 1897. 



Durante estos años, Sawyer participó en una de las aventuras arqueológicas más polémicas de finales del siglo XIX en los Estados Unidos: la expedición Pepper-Hearts de 1896 para la excavación de yacimientos en Tarpon Springs y Kay Marco de Florida. Bajo la supervisión de H. Cusing se realizaron las exhumaciones de material cultural sin tomar las necesarias garantías para la conservación de sus bienes culturales, que se degradaron rápidamente por efecto de la luz solar. Así, las fotografías y dibujos con los que Sawyer fue documentando las piezas adquirieron una relevancia destacada como únicos vestigios de su apariencia original y base de futuras investigaciones. La familia del pintor ha sido tan consciente de la importancia documental del archivo del pintor durante estos años, que toda la documentación reunida en esta expedición junto a otros documentos personales fueron donados a la George A. Smathers Library de la Universidad de Florida, donde se puede hoy consultar el Wells M. Sawyer Collection, con un fondo que se data entre 1893 y 1908.

Wells M Sawyer en Cape Cod School of Art  (Provincentown, Massachusetts). © Universidad de Florida. 





Tras el regreso de Florida, Sawyer contrajo matrimonio con Kathleen Alton Bailey, con quien tuvo dos hijos: Helen Alton Sawyer, también pintora y esposa del pintor Jerry Farnsworth; y Bill Alton Sawyer, miembro de las fuerzas aéreas australianas. Como cabeza de familia decidió optar entonces por un empleo más estable, entrando en empresas financieras que le obligaron a trasladar a la familia a New York, donde estableció su residencia hasta 1926, cuando aquejado de una enfermedad decide buscar un clima más propicio al restablecimiento de su salud. Comenzó el matrimonio un largo viaje por América Central y del Sur, para pasar a Europa y finalmente establecer residencia en España. En nuestro país vivió la familia Sawyer gran parte de la Segunda Guerra Mundial, donde el pintor se dedicó exclusivamente a la producción pictórica con una serie de vistas españolas que expuso tanto en nuestro país, como en los Estados Unidos. De estos años es la obra que hoy tutela el Museo de Málaga y que explica la presencia del personaje uniformado en una nación muy a su pesar neutral durante la contienda europea, tras el desastre vivido por una devastadora guerra civil. De regreso en Estados Unidos, el matrimonio se instaló en el año 1944 en la localidad de Sarasota (Florida, USA), donde el pintor de ya consolidado oficio se dedicó en exclusiva a su producción artística y a la organización de exposiciones en Estados Unidos, México, Inglaterra y España hasta su fallecimiento en 1960.


La obra ingresó en el Museo de Málaga el 29 de julio de 1964, no exenta de cierta ambigüedad sobre su titularidad, constando la fórmula del depósito por D. Baltasar Peña Hinojosa y, a la vez, por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. El enredo de titularidades se complicó con su incorporación a las colecciones depositadas por el Estado en el Museo de Málaga, tanto adscrita al Museo Nacional del Prado con el número de catálogo P08029, como al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que la incorporó con el número de registro AS01400.


La explicación de la pretendida titularidad estatal de la obra tiene que contemplar una primera consideración: el cuadro de Sawyer se adscribe de forma simultánea por ambos museos nacionales en el marco de la tramitación del Real Decreto 410/1995 para la reordenación de sus colecciones estables, finalmente integrada entre los fondos del Museo Nacional del Prado por el nacimiento del pintor norteamericano en fecha anterior a la de Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), linde entre los autores cuyas obras se adscriben a una u otra institución. La segunda consideración se relaciona con la intervención de la Fiscalía General del Estado, a finales de la década de los setenta y primeros años de los ochenta del pasado siglo, sobre las colecciones de ambos museos nacionales en depósito en instituciones dentro y fuera de España, de las que se había perdido cualquier constancia sobre su existencia. Se solictó en 1978 a los museos e instituciones públicas, donde existía constancia de depósitos, información sobre los bienes culturales investigados, cuyas pesquisas publicó el Estado como definitiva revisión de los depósitos localizados y la inexistencia de aquellos cuyo paradero era desconocido. En este sentido, varias fueron las obras de Wells M. Sawyer donadas por la familia al Estado español no localizadas en este proceso, con la suposición del Museo Nacional del Prado de que la pieza malagueña pudiese formar parte de esa donación familiar del pintor. Hoy, el contenido de este artículo forma parte de los contactos mantenidos con el museo madrileño, quien ha desistido de mantener la pretensión sobre la titularidad de la obra de Sawyer en base a los datos documentales que obran en el archivo histórico y administrativo del Museo de Málaga. 



El matrimonio Sawyer. ©  Universidad de Florida


La aclaración de su titularidad la encontramos en las Actas de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en su sesión de 19 de julio de 1964 bajo la presidencia de D. José Luis Estrada Segalerva y cuyas actas levanta D. Baltasar Peña Hinojosa como secretario, quienes certifican la donación de la obra por la viuda del pintor, Dª Kathleen Alton Bailey Sawyer, como agradecimiento por sus felices años de estancia en España y para que se exhiba en el entonces Museo Provincial de Bellas Artes de Málaga. 

 La lectura del acta descarta la propiedad atribuida a Baltasar Peña Hinojosa, quien actuó como mero  intermediario entre la viuda del pintor y la institución y a quien debió suponerse como depositante a título personal por ser quien hizo efectiva la entrega. Defendemos aquí la integración de la pieza en la colección estable del Museo por donación directa de la viuda del pintor, a pesar de que ésta aún se incluyó en el documento firmado conjuntamente por la Dirección del Museo de Málaga y el Presidente de  la  Real Academia de Bellas Artes de San Telmo el 12 de febrero de 1981 como revisión del inventario de sus depósitos, segundo firmado desde el inicial de 1915.


Para que el lector realice su propia valoración, transcribimos directamente el párrafo de la sesión de 19 de julio de 1964:



El Secretario Sr. Peña da cuenta de haber recibido de la viuda del ilustre pintor y entusiasta hispanista W. Sawyer un cuadro original de dicho pintor, que ofrece a la Academia para que pueda exhibirlo en el Museo de Bellas Artes. La Academia de Málaga, en recuerdo de las exposiciones de dicho pintor celebradas en esta ciudad, donde estuvo muchos años recogiendo sus paisajes. Dicho cuadro al óleo es una vista del Castillo de Segovia, magnífica obra de un pintor que posee cuadros en los principales museos norteamericanos. Manifestó igualmente el Sr. Peña que el cuadro se había recibido en perfectas condiciones, con un marco adecuado, y que el agente de Aduanas que lo había recibido no había querido cobrar derechos ni gasto alguno dada la finalidad del obsequio. -----------------------

La Academia acordó agradecer a la viuda del Ms Sawyer su magnífico donativo y que el mismo sea entregado al director del Museo y exhibido en sus salas, así como expresar su agradecimiento al agente de Aduanas Sr. hijo de Joaquín Muñoz, por la colaboración referida (pp. 149-149v.)

 


Conservando aún su marco original, la obra presenta un estilo abocetado y de amplia pincelada muy en la línea del procedimiento de la acuarela, que tan empleado fue por el pintor en espacios al aire libre tomando apuntes directos del natural. La rápida técnica heredada de su etapa como documentalista e ilustrador en Washington D.C., sin embargo no carece de especial atención sobre el dibujo en aquellos elementos que caracterizan la escena, como los pretiles que enmarcan el jardín o los elementos arquitectónicos definidores del Alcázar. Así, la composición se dota de una extraña combinación de cierto ingenuismo en la caracterización de los motivos y modelos, frente a las grandes dotes de acuarelista de las masas de color en los paisajes de fondo. 

Creo que con este texto se han despejado las principales dudas sobre la obra y su presencia entre las colecciones del Museo de Málaga. El pintor residió un largo período en España, tomando numerosas panorámicas sobre su singular paisaje y documentando un momento histórico muy concreto entre 1939 y 1944, los años de Autarquía tras la finalización de la contienda nacional. En recuerdo de tan felices años se inscribe la filantrópica donación de la familia Sawyer a los museos españoles, que incluyó a Málaga y su museo como añorado recuerdo de la estancia del pintor en distintas ocasiones en la capital de la Costa del Sol, donde exhibió su obra. Así, Dª Kathleen Alton Bailey Sawyer  directamente legó esta obra para la exhibición en el museo, gracias a la mediación de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y de su secretario, D. Baltasar. 

 Bibliografía: 

 A Guide to the Wells M Sawyer Collection en http://www.library.ufl.edu/spec/pkyonge/sawyer.htm (consultado el 15 de septiembre de 2017).
Libro de Actas de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, Vol. IV (julio 1955 - octubre 1964), pp. 149 - 149v. Archivo de la RABAST en el Museo de Málaga.