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miércoles, 8 de junio de 2016

Museos junto al Sena: Louvre y D'Orsay.

Museo del Louvre  © 1997 J.A. Palomares Samper


Las circunstancias actuales por las que atraviesan los museos parisinos colindantes con el caudaloso río Sena, Museo del Louvre y Museo D’Orsay, me permiten actualizar algunas de mis reflexiones sobre la seguridad en los museos que ya expuse por extenso en mi artículo “Los museos: su seguridad y su público. ¿Dos antagonismos?” (Boletín de Arte, 17, 1996, pp. 153-176). En la década de los noventa, donde la bibliografía museológica y la praxis museográfica novelada iniciaban su desarrollo, el gran manual lo constituía la edición estatal La seguridad en los museos de Robert G. Tillosot y Diana Menkes (Madrid; 1980), producto de la primera gran actuación del I.C.M.S. (Comité Internacional para la Seguridad en los Museos), creado en el año 1974 en el seno del I.C.O.M. (Comité Internacional para los Museos). Su contenido se sustentó en el “Informe Schröeder”, un completo análisis sobre la seguridad de los museos estudiados en todo el mundo.

La principal conclusión que alcanzó dicho informe fue que no podemos entender la seguridad de los museos como una generalidad uniforme, sino que la adopción de medidas, medios técnicos y protocolos de intervención deben realizarse de forma específica para cada institución a tenor de sus concretos condicionantes geográficos, climáticos y sociales, combinados con el específico marco de su edificio, colecciones y personal disponible bajo sus circunstancias actuales.

Pabellón Richelieu, Louvre  © 1997 J.A. Palomares Samper


 En aquellos años confeccioné un pequeño cuadro que pretendió ser inclusivo de los riesgos a los que debía enfrentarse un museo y atender en sus planes de emergencia, evaluando aquellos a los que la institución debía prestar especial atención según su especificidad antes aludida. Tres eran los principales campos donde se inscriben: primero los de tipo geográfico, climático y medio-ambiental, especialmente relacionados con la situación física del museo y la relación con su entorno; en segundo lugar, los riesgos más generales que se deducen de su equipamiento museográfico e instalaciones técnicas; y en tercer y último lugar, los de carácter antrópico, reunidos en dos grandes bloques según la involuntariedad o voluntariedad humana en las actuaciones en el marco del museo.







Riesgos geográfico-climáticos
Riesgos técnicos
Riesgos antrópicos.

Geográficos

Climáticos

Medio-ambientales

Incendio

Inundaciones desde sus instalaciones

Escape de gases nocivos a la conservación de las colecciones o a la salud pública
Involuntarios

Accidentes del personal

Accidentes del visitante

Accidentes por disturbios sociales o acciones bélicas que no tienen específicamente al museo como objetivo

Voluntarios

Robo

Vandalismo

Acciones por disturbios sociales o acciones bélicas donde el museo es específicamente uno de sus objetivos


Para cada uno de estos casos es necesario que el museo analice, cualifique y cuantifique los riesgos que incidan sobre la seguridad de su institución, en un combinado entre colecciones y público en su concreto edificio, y seleccione aquellas medidas, medios técnicos y protocolos de actuación más adecuados a su protección, detección, intervención y erradicación, base de su Plan de Seguridad.  

En aquellos años entendí que la responsabilidad de la seguridad en los museos:  […] debe analizarse en dos etapas sucesivas: una primera etapa durante la planificación del museo –o en la redacción de su Plan de Emergencia o Plan de Seguridad, añadiría hoy-, donde los profesionales evalúan los principales riesgos a los que cada museo se enfrenta de forma individualizada y adoptan aquellos sistemas de seguridad más apropiados para cada uno de los riesgos analizados; y una segunda etapa, en la cual es el personal del museo quien es responsable del óptimo funcionamiento de estos sistemas (Boletín de Arte, 17, 1996, p. 157).  Con carácter general, la legislación nacional en materia de museos señala que la seguridad, solo alude a la de los bienes culturales tutelados, es una de las funciones atribuidas al director (art. 16 del R.D. 620/1987, de 10 de abril, del Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y Sistema Español de Museos, que tiene su correlato en los distintos corpus legislativos en materia de museos de las comunidades autónomas). En cualquier caso, debemos entenderlo en su estricto papel de liderazgo y coordinación del personal a su cargo en la segunda etapa antes mencionada. En el caso de que existiese un Jefe de Seguridad, dependiente del área de dirección, Tillosot y Menkes (Madrid; 1980, p. 17) especificaban en su estudio que su misión sería la de planificar, organizar, coordinar y controlar todas las medidas de seguridad que se adopten en el museo, ya sean de forma permanente o temporal ante un riesgo dado inminente.

Museo del Louvre y D'Orsay  © 1997 J.A. Palomares Samper

Para los museos parisinos mencionados, dentro de los riesgos geográfico-climatológicos que entraña la ubicación de dos grandes museos en edificios preexistentes y adaptados como sedes museísticas tan cercanas al río Sena, es necesario atender la evaluación del caudal fluvial como un riesgo de primera magnitud: de carácter permanente para su edificio, instalaciones y colecciones por las constantes filtraciones y la elevada humedad que la proximidad de tal masa de agua conlleva; y otras de carácter temporal o excepcional para el caso de sus crecidas y posibles desbordamientos de caudal. Para ambos casos, pero especialmente importante para el Museo del Louvre, supone un riesgo añadido la ampliación continua de sus espacios por debajo de la cota del río, con instalaciones públicas de acceso al museo, espacios expositivos y de almacenaje en el subsuelo ribereño de París.



Salida metro Louvre  © 1997 J.A. Palomares Samper










Desde el punto de vista de la seguridad de su público ya hemos comprobado que el principal protocolo que preside el riesgo excepcional de las crecidas y posible desbordamiento del caudal es el cierre preventivo de sus instalaciones, lo que debemos entender en un doble sentido: evitar la presencia de visitantes como posibles víctimas de una inundación de sus espacios públicos, con o sin colecciones, en primer lugar; y la posibilidad de disponer de la totalidad del personal del museo parisino en las labores de evacuación, protección y salvaguarda de sus colecciones, según los protocolos de actuación priorizando intervenciones bajo criterios de calidad plástica y fragilidad material de sus fondos, en sus espacios de exhibición permanente y almacenaje, con o sin público, en segundo lugar. A ello debemos unir para el caso del Louvre la protección de algunos puntos inmuebles de sus sótanos que forman parte de las iniciales construcciones palatinas del complejo monárquico francés.

Almacenes Louvre  © 1997 J.A. Palomares Samper

En este sentido, las medidas urbanísticas y arquitectónicas que se han adoptado en las sucesivas reformas y ampliaciones por arquitectos, equipos de construcción y personal del museo han debido atender a los riesgos permanentes y temporales que el Sena representa para la seguridad de ambos museos, entendidas como las prioritarias y más efectivas que se pueden tomar en el campo de la prevención de riesgos geográfico-climatológicos. Además, la mayoría de ellas son de carácter permanente y no requieren de especiales medidas de mantenimiento más allá de las del propio edificio, garantizando la mayor estanqueidad en los razonables niveles que pueda alcanzar el caudal del Sena en una hipotética crecida máxima.


También es interesante para ambos casos la posible combinación de medidas de intervención ante distintos riesgos con un carácter multifuncional, caso de las medidas tectónicas y mecánicas que pueden adoptarse conjuntamente para riesgos geográficos-climatológicos y técnicos. Este podría ser el caso de sistemas tectónicos y mecánicos estanco para caso de incendio que pueden implementarse en caso de inundaciones, como las adoptadas en aquellos años noventa por el Louvre, empleando en puertas y ventanas gruesas e ignífugas compuertas que permiten crear cajas estancas por sectores en el museo (Boletín de Arte, 17, 1996, p. 160).






Plan emergencia inundación  © 1997 JAPS

En julio de 1997, cuando visité el Museo del Louvre por vez primera, ya me llamó poderosamente la atención que existiesen salas sin colección en uso para el “Plan de Prevención por riesgo de inundación”, según informaba un panel, destinadas al uso eventual como almacén de aquellas colecciones que anteriormente se tutelaban en espacios del subsuelo del edificio. Por ello, la existencia de un Plan de Seguridad en los museos parisinos afectados, con específicos planes de prevención ante riesgos concretos como la proximidad del Sena y sus crecidas, son garantía de la adecuada conservación y salvaguarda de sus colecciones bajo criterios de excelencia y profesionalidad de un equipo humano bien planificado, coordinado y dirigido en ambos museos.











Bibliografía:
HIDALGO, Encarnación, “Aplicación del Plan de Emergencia para colecciones en el almacén”, ICOM España Digital 3, Madrid, Comité Español del ICOM, 2012, pp. 46-52.
PALOMARES SAMPER, José Ángel, “Los Museos: su seguridad y su público. ¿Dos antagonismos?”. Boletín de Arte, 17, Málaga, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Málaga, 1996, pp. 153-176.
TILLOSOT, Robert G. y MENKES, Diana, La seguridad en los museos. Madrid, Ministerio de Cultura, 1980.
VV.AA. Guía para un Plan de protección de colecciones ante emergencias. Madrid, Ministerio de Cultura, 2009. 

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