Museo del Louvre © 1997 J.A. Palomares Samper |
Las circunstancias actuales por las que
atraviesan los museos parisinos colindantes con el caudaloso río Sena, Museo
del Louvre y Museo D’Orsay, me permiten actualizar algunas de mis reflexiones
sobre la seguridad en los museos que ya expuse por extenso en mi artículo “Los
museos: su seguridad y su público. ¿Dos antagonismos?” (Boletín de Arte, 17, 1996, pp. 153-176). En la década de los
noventa, donde la bibliografía museológica y la praxis museográfica novelada iniciaban
su desarrollo, el gran manual lo constituía la edición estatal La seguridad en los museos de Robert G.
Tillosot y Diana Menkes (Madrid; 1980), producto de la primera gran actuación
del I.C.M.S. (Comité Internacional para la Seguridad en los Museos), creado en
el año 1974 en el seno del I.C.O.M. (Comité Internacional para los Museos). Su
contenido se sustentó en el “Informe Schröeder”,
un completo análisis sobre la seguridad de los museos estudiados en todo el
mundo.
La principal conclusión que alcanzó dicho
informe fue que no podemos entender la seguridad de los museos como una
generalidad uniforme, sino que la adopción de medidas, medios técnicos y
protocolos de intervención deben realizarse de forma específica para cada
institución a tenor de sus concretos condicionantes geográficos, climáticos y
sociales, combinados con el específico marco de su edificio, colecciones y
personal disponible bajo sus circunstancias actuales.
Pabellón Richelieu, Louvre © 1997 J.A. Palomares Samper |
En aquellos años confeccioné un pequeño
cuadro que pretendió ser inclusivo de los riesgos a los que debía enfrentarse
un museo y atender en sus planes de emergencia, evaluando aquellos a los que la
institución debía prestar especial atención según su especificidad antes
aludida. Tres eran los principales campos donde se inscriben: primero los de
tipo geográfico, climático y medio-ambiental, especialmente relacionados con la
situación física del museo y la relación con su entorno; en segundo lugar, los
riesgos más generales que se deducen de su equipamiento museográfico e
instalaciones técnicas; y en tercer y último lugar, los de carácter antrópico,
reunidos en dos grandes bloques según la involuntariedad o voluntariedad humana
en las actuaciones en el marco del museo.
Riesgos
geográfico-climáticos
|
Riesgos
técnicos
|
Riesgos
antrópicos.
|
Geográficos
Climáticos
Medio-ambientales
|
Incendio
Inundaciones desde sus instalaciones
Escape de gases nocivos a la
conservación de las colecciones o a la salud pública
|
Involuntarios
|
Accidentes del personal
Accidentes del visitante
Accidentes por disturbios sociales o
acciones bélicas que no tienen específicamente al museo como objetivo
|
||
Voluntarios
|
||
Robo
Vandalismo
Acciones por disturbios sociales o
acciones bélicas donde el museo es específicamente uno de sus objetivos
|
Para cada uno de estos casos es necesario
que el museo analice, cualifique y cuantifique los riesgos que incidan sobre la
seguridad de su institución, en un combinado entre colecciones y público en su
concreto edificio, y seleccione aquellas medidas, medios técnicos y protocolos
de actuación más adecuados a su protección, detección, intervención y
erradicación, base de su Plan de
Seguridad.
En aquellos años entendí que la
responsabilidad de la seguridad en los museos:
[…] debe analizarse en dos etapas
sucesivas: una primera etapa durante la planificación del museo –o en la
redacción de su Plan de Emergencia o Plan de Seguridad, añadiría hoy-, donde los profesionales evalúan los
principales riesgos a los que cada museo se enfrenta de forma individualizada y
adoptan aquellos sistemas de seguridad más apropiados para cada uno de los
riesgos analizados; y una segunda etapa, en la cual es el personal del museo
quien es responsable del óptimo funcionamiento de estos sistemas (Boletín de Arte, 17, 1996, p. 157). Con carácter general, la legislación nacional
en materia de museos señala que la seguridad, solo alude a la de los bienes
culturales tutelados, es una de las funciones atribuidas al director (art. 16
del R.D. 620/1987, de 10 de abril, del Reglamento de Museos de Titularidad Estatal
y Sistema Español de Museos, que tiene su correlato en los distintos corpus
legislativos en materia de museos de las comunidades autónomas). En cualquier
caso, debemos entenderlo en su estricto papel de liderazgo y coordinación del
personal a su cargo en la segunda etapa antes mencionada. En el caso de que
existiese un Jefe de Seguridad, dependiente del área de dirección, Tillosot y
Menkes (Madrid; 1980, p. 17) especificaban en su estudio que su misión sería la
de planificar, organizar, coordinar y controlar todas las medidas de seguridad
que se adopten en el museo, ya sean de forma permanente o temporal ante un
riesgo dado inminente.
Museo del Louvre y D'Orsay © 1997 J.A. Palomares Samper |
Para los museos parisinos mencionados,
dentro de los riesgos geográfico-climatológicos que entraña la ubicación de dos
grandes museos en edificios preexistentes y adaptados como sedes museísticas
tan cercanas al río Sena, es necesario atender la evaluación del caudal fluvial
como un riesgo de primera magnitud: de carácter permanente para su edificio,
instalaciones y colecciones por las constantes filtraciones y la elevada
humedad que la proximidad de tal masa de agua conlleva; y otras de carácter
temporal o excepcional para el caso de sus crecidas y posibles desbordamientos
de caudal. Para ambos casos, pero especialmente importante para el Museo del
Louvre, supone un riesgo añadido la ampliación continua de sus espacios por
debajo de la cota del río, con instalaciones públicas de acceso al museo, espacios
expositivos y de almacenaje en el subsuelo ribereño de París.
Salida metro Louvre © 1997 J.A. Palomares Samper |
Desde el punto de vista de la seguridad de
su público ya hemos comprobado que el principal protocolo que preside el riesgo
excepcional de las crecidas y posible desbordamiento del caudal es el cierre
preventivo de sus instalaciones, lo que debemos entender en un doble sentido:
evitar la presencia de visitantes como posibles víctimas de una inundación de
sus espacios públicos, con o sin colecciones, en primer lugar; y la posibilidad
de disponer de la totalidad del personal del museo parisino en las labores de
evacuación, protección y salvaguarda de sus colecciones, según los protocolos
de actuación priorizando intervenciones bajo criterios de calidad plástica y
fragilidad material de sus fondos, en sus espacios de exhibición permanente y
almacenaje, con o sin público, en segundo lugar. A ello debemos unir para el
caso del Louvre la protección de algunos puntos inmuebles de sus sótanos que
forman parte de las iniciales construcciones palatinas del complejo monárquico
francés.
Almacenes Louvre © 1997 J.A. Palomares Samper |
En este sentido, las medidas urbanísticas y arquitectónicas
que se han adoptado en las sucesivas reformas y ampliaciones por arquitectos,
equipos de construcción y personal del museo han debido atender a los riesgos
permanentes y temporales que el Sena representa para la seguridad de ambos
museos, entendidas como las prioritarias y más efectivas que se pueden tomar en
el campo de la prevención de riesgos geográfico-climatológicos. Además, la
mayoría de ellas son de carácter permanente y no requieren de especiales
medidas de mantenimiento más allá de las del propio edificio, garantizando la
mayor estanqueidad en los razonables niveles que pueda alcanzar el caudal del
Sena en una hipotética crecida máxima.
También es interesante para ambos casos la
posible combinación de medidas de intervención ante distintos riesgos con un
carácter multifuncional, caso de las medidas tectónicas y mecánicas que pueden
adoptarse conjuntamente para riesgos geográficos-climatológicos y técnicos.
Este podría ser el caso de sistemas tectónicos y mecánicos estanco para caso de
incendio que pueden implementarse en caso de inundaciones, como las adoptadas
en aquellos años noventa por el Louvre, empleando en puertas y ventanas gruesas
e ignífugas compuertas que permiten crear cajas estancas por sectores en el
museo (Boletín de Arte, 17, 1996, p.
160).
Plan emergencia inundación © 1997 JAPS |
En julio de 1997, cuando visité el Museo del
Louvre por vez primera, ya me llamó poderosamente la atención que existiesen
salas sin colección en uso para el “Plan de Prevención por riesgo de inundación”,
según informaba un panel, destinadas al uso eventual como almacén de aquellas
colecciones que anteriormente se tutelaban en espacios del subsuelo del
edificio. Por ello, la existencia de un Plan de Seguridad en los museos
parisinos afectados, con específicos planes de prevención ante riesgos concretos
como la proximidad del Sena y sus crecidas, son garantía de la adecuada
conservación y salvaguarda de sus colecciones bajo criterios de excelencia y
profesionalidad de un equipo humano bien planificado, coordinado y dirigido en
ambos museos.
Bibliografía:
HIDALGO, Encarnación, “Aplicación del Plan de Emergencia
para colecciones en el almacén”, ICOM
España Digital 3, Madrid, Comité Español del ICOM, 2012, pp. 46-52.
PALOMARES SAMPER, José Ángel, “Los Museos: su seguridad y su
público. ¿Dos antagonismos?”. Boletín de
Arte, 17, Málaga, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Málaga,
1996, pp. 153-176.
TILLOSOT, Robert G. y MENKES, Diana, La seguridad en los museos. Madrid, Ministerio de Cultura, 1980.
VV.AA. Guía para un
Plan de protección de colecciones ante emergencias. Madrid, Ministerio de
Cultura, 2009.
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