Lorenzo
Vallés (Madrid, 1830 – Roma, 1910).
Muerte
de Escobedo.
Museo
de Málaga, depósito del Museo Nacional del Prado.
El
género histórico durante la segunda mitad del siglo XIX no sólo tuvo un
importante desarrollo en grandes formatos premiados en las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes, sino que también tuvo un destacado mercado entre la
incipiente burguesía que deseaba emular el coleccionismo de la Corona, el
Estado y la aristocracia. Los formatos pequeños no se consideraban entre los
artistas y sus marchantes obras menores, sino que precisaban de una meticulosa
ejecución y una apariencia fresca de luz y color que las hiciesen atractivas a
sus consumidores, a excepción de obras abocetadas que servían de estudio a
grandes composiciones o directos encargos de reproducción en formatos medianos
o pequeños de grandes obras avaladas por su éxito de crítica y público, donde
los condicionantes eran más personales al artista, en caso de bocetos, o
exógenos en caso de adaptarse a las rígidas prescripciones de similitud con sus
modelos de los coleccionistas que encargaban las obras.
Lorenzo
Vallés fue un pintor singular en la producción de composiciones históricas, no
sólo en las grandes obras como su Demencia
de Doña Juana de Castilla (Roma, 1866), galardonada en la Exposición
Nacional de Bellas Artes de ese año y adquirida por el Estado, sino en pequeñas
composiciones como esta: Muerte de
Escobedo. La pintura se centra en un episodio oscuro en la regencia de
Felipe II y su secretario, Antonio Pérez, quienes mantuvieron una difícil
relación con don Juan de Austria, hermanastro del soberano prudente, y su
secretario, Juan de Escobedo (1530 – 1578).
El
hijo ilegítimo del emperador había obtenido una enorme popularidad durante la
pacificación y regencia de Flandes, por lo que de regreso en Madrid se pretende
controlar la enorme influencia pública de don Juan de Austria mediante el
asesinato en la tarde del 31 de marzo de 1578 de Escobedo, que en los
mentideros madrileños se atribuyó a Antonio Pérez.
Como
si de una viñeta de cómic se tratase, la composición se centra en el momento en
que asistimos como espectadores a la emboscada que bajo los arcos de los
soportales de la Plaza Mayor madrileña se organiza contra Escobedo. A nuestra
izquierda se apostan los tres mercenarios que, encorvados en actitud cautelosa
para no ser descubiertos, van a dar muerte al secretario de don Juan de Austria,
cuya figura de noble caballero español del siglo XVI se recorta contra la única
porción de cielo a la que se abre la angosta perspectiva de la calle. Mientras
un caricaturesco personaje avanza hacia nosotros, haciendo señas al grupo de
malhechores de que aquél de la regia figura es el sujeto a asesinar, personaje
grotesco en su guiño descarado al grupo emboscado y en sus pases de baile casi
de puntillas. Esta composición tan teatral, como si ante un escenario de
opereta nos encontrásemos, subraya la valiente figura de Escobedo, recortado en
las zonas iluminadas de la escena, mientras que a ambos lados, como al paño, se
encuentran el delator y los asesinos en las zonas umbrías de la composición.
Carlos
Reyero ha subrayado la linde estrecha de esta escena entre el tradicional
género histórico y la pintura de costumbres, pues el acontecimiento histórico
se transmuta en simple anécdota para desarrollar modos de vida del Siglo de Oro
español en sus indumentarias y tipos. Posiblemente, la atracción de Vallés por
el apuñalamiento de Escobedo se centre más en la puesta en escena de los
personajes: indumentaria, ambientación arquitectónica de la escena, retórica en
la actuación de los protagonistas, etc., más que en el suceso histórico mismo.
La
obra fue donada al Museo Nacional de Arte Moderno y depositada en el Museo de
Málaga por Orden Ministerial de 15 de enero de 1961 para aumentar las obras
expuestas en su nueva sede en el Palacio de los Condes de Buenavista.
Bibliografía recomendada:
OLALLA GAJETE, L. F., Museo
de Málaga. La pintura del siglo XIX, Madrid, 1980.
REYERO, Carlos, Imagen
histórica de España (1850-1900), Madrid, 1987, p. 432.
REYERO, Carlos, La época de Carlos V y Felipe II en la
pintura de historia del siglo XIX, Barcelona,
Ministerio de Educación y Cultura, Sociedad Estatal para la Conmemoración de
los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1999, pp. 74-75.
REYERO, C. y FREIXA, M., Pintura y escultura en España, 1800-1910, Madrid, 1995, p. 169.
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