Exposición de los restos más característicos de los
fondos de madera artísticas del Museo de Málaga, en una secuencia conceptual
que nos conduce desde los modelos hispano-musulmanes a las intervenciones en la
arquitectura religiosa y civil cristiana en los primeros siglos de
cristianización.
La carpintería de armar hispano-musulmana constituyó una
de las artesanías más perfeccionadas entre las técnicas constructivas, que con
posterioridad fue asumida por los alarifes encargados del enorme impulso
constructivo que conllevó la cristianización de gran parte de Andalucía.
Además, las estructuras lígneas andalusíes fueron
decoradas con motivos anicónicos, según los dictados religiosos coránicos,
primando estructuras decorativas geometrizantes que conjugan la epigrafía de
suras coránicas con la decoración vegetal –el ataurique— y la geométrica –la
estrella de ocho puntas y el lazo.
Procedente de la Alcazaba y los posibles restos de la
mezquita aljama malacitana —aparecidos en los jardines del Sagrario—, el Museo
de Málaga posee un destacado conjunto de fragmentos de madera labrada y
policromada al temple con atauriques y bandas epigráficas, de cuyos modelos son
deudores las primeras armaduras mudéjares de lazo, cuyos ejemplos más completos
proceden del antiguo convento de Santa Clara, desamortizado en el siglo XIX por
el gobierno civil y custodiados sus bienes por la Real Academia de Bellas Artes
de San Telmo, hasta su ingreso en el Museo en torno a 1916.
A partir del siglo XVI, el mudejarismo se completa con
mensajes icónicos en los complejos conventuales, que desarrollan ciclos
iconográficos relacionados con el mundo de la teratología y los bestiarios
medievales, en expresión de pecados capitales y peligros mundanos que nos
apartan de una vida religiosa adecuada, siendo el ejemplo más acabado las
zapatas procedentes del antiguo convento mercedario de la Madre de Dios,
salvadas por la Real Academia de Bellas Artes de Málaga y depositadas en el
Museo de Málaga mediante acta de entrega firmada en 1915.
Así, trazaríamos un arco cronológico y estilístico, que
nos conduciría en pocos metros desde la geometrización vegetal y la
aniconicidad hispanomusulmana a la iconocidad antropomorfa y vegetal del
cristianismo.
Personalmente, supuso un modesto homenaje a la profesora Dª
Mª Dolores Aguilar García (Archidona, 1946 – Málaga, 1994), quien
no sólo dedicó gran parte de su labor investigadora a descifrar las complejas
técnicas de las lacerías geométricas de las armaduras hispano-musulmanas y
mudéjares, sino al conocimiento de la colección de maderas artísticas del Museo
de Málaga. In memoriam…
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